top of page
Grisáceo pese a las apariencias

Este metal tiene tantas ganas de perder sus dos electrones exteriores que toda nuestra experiencia directa con el Ca es a través de sus compuestos. Omnipresente en la corteza terrestre, el Ca no es blanco, aunque sí lo es el CaO (la cal) o el CaCO3 (el carbonato).

craneo de can. Calcio

El cuerpo humano tiene doscientos seis huesos. Los he contado. Uno por uno. Todos han pasado por mi mano, desde el más insignificante al más voluminoso, y todos han sido objeto de un detalladísimo estudio antropométrico antes de ocupar su lugar en la estructura ósea que he montado con esmero y paciencia. Empecé por casualidad. Yo ya estaba familiarizado con las maquetas por entregas. En una ocasión anterior, me doblegué a los caprichos tornadizos de mi hijo, que como cabría esperar de cualquier temperamento adolescente en ebullición, me abandonó a las primeras de cambio. Pese a todo, reconstruí a escala el Purísima Concepción, un cañonero español de mil piezas, muy bien rematado, que con sus cables y todo su esplendoroso velamen al viento, fue abatido en las aguas territoriales de mi biografía sentimental con la punta de un furioso tacón femenino. Instalado en mi nueva residencia de la calle de El Morral, oliendo la cochambre escabechada en las grietas del mobiliario y sin más patrimonio que el que le oculté a mi ex el día en el que me dio la patada, descubrí eso que llaman la soledad, y con ella todo mi potencial como ser humano en decadencia. Durante uno de mis largos paseos deambulatorios, me topé de narices con otra promoción editorial, colgada al sol de los aparejos oxidados de un quiosco de barrio. Los cartones rígidos, machacados por las esquinas, invitaban a revivir la experiencia del Purísima Concepción: (...)

 

Pero pesaron más los pros que los contras. Y el producto, es de justicia reconocerlo, era de gran calidad: los huesos más largos, que a la altura de la diáfisis venían fraccionados y articulados con una grapa metálica, permitían al coleccionista admirar el grado de detalle interior, la delicada malla de (...)

206 relato sobre el calcio

mantenida, al cabo encuentro que la sonrisa congelada en el rostro de la calavera no es sino una muestra de agradecimiento, de sincera gratitud. Pasados casi cuatro años desde la primera entrega, después de superar varias crisis motivadas por las dudas y el momentáneo extravío de alguna pieza que a ambos nos tuvo en vilo, puede decirse que la relación ha prosperado y se ha consolidado a la luz de ciertos indicios que desvelan la naturaleza femenina de este armazón humano recién alumbrado. (...)

bottom of page