Descubierto por partida doble
Su descubridor lo llamó pancromio. Y eritronio. Renegó de su hallazgo aceptando el mal consejo de un colega envidioso. Tres decadas después un sueco lo redescubrió y le dio su nombre definitivo: el vanadio.
Herramientas de corte
Posiblemente la tecnología metalúrgica no habría alcanzado los actuales niveles de sofisticación si la civilización humana desde sus tempranos comienzos no hubiera invertido recursos y esfuerzos en mejorar sus armas y herramientas. El vanadio que contiene la hoja de esta navajita (aproximadamente el 0,13%) le proporciona tenacidad así como una mayor resistencia a la oxidación.
El vanadio de la vida
El V es un elemento esencial en el metabolismo de muchos seres vivos. En algunos hongos como la Amanita Muscaria (la célebre seta roja de los cuentos), está presente en forma de amavadina, una molécula muy estable que facilita el intercambio de sales minerales y metabolitos entre el árbol y su huésped.