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Poderoso caballero

Qué se puede decir de este elemento, conocido y codiciado desde la antigüedad, que sigue alimentando los sueños depravados de los poderosos, y de los humildes sus vanas esperanzas de efímera riqueza.

simbolo oro latablaeriodica
oro quijote latablaperiodica

Sostenido en precario sobre una escalera de mano, el alcalde arrojó el último puñado de pepitas en la tolva de acero inoxidable. Las doradas menudencias de oro se mezclaron con toneladas de lentejas en trance de ser envasadas. Como se predijo, la estrategia publicitaria disparó las ventas de esta legumbre. Hubo casos de dientes mellados, pero en general la iniciativa se recibió con entusiasmo: las abuelas retomaron la costumbre de inspeccionar pacientemente cada ejemplar, y las autoridades sanitarias se vieron obligadas a crear la etiqueta “comer oro no es perjudicial para la salud”. Pero pronto aparecieron los ventajistas que llevaban detectores de metales, provocando tumultos en los supermercados. Entonces a alguien se le ocurrió adherir a los paquetes un discreto filamento de acero que alterara cualquier intento de escrutinio espurio. De nuevo las ventas aumentaron. Pero la bonanza fue momentánea, porque cuando la frustración de los clientes alcanzó el límite estallaron disturbios en las principales ciudades. El malestar se trasladó a la Bolsa, donde el valor del oro se tambaleó hasta desplomarse. La gente se apresuró a vender sus joyas al peso, cambiándolas por la divisa americana o bien por saquitos de lentejas de estraperlo.

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Lingote de pega

Que nadie vea en ilustraciones como ésta un intento de promocionar las falsificaciones, pero la onza de oro de la foto costó 3€. El fabricante nos ha asegurado que su brillo se debe a un fino baño de 24 quilates... aunque tenemos motivos para dudarlo.

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